Qué se puede decir a un poeta que con hermosas palabras conoce lo insuficente de su instrumento para expresar su dolor y las trasformaciones del vidrio, y como un gran alfarero del lenguaje sabe que se puede mentir, que además reconoce que el cuerpo en su pasión ejecuta vibraciones músicales menos retóricas que el suplemento de frases.
A diferencia de Pessoa no creo que las cartas de amor sean totalmente tontas, se puede imaginar y decir los dolores del corazón e incluso despedirse sin el sabor de la ingratitud . A veces ante el orgullo herido y la pérdida se odia lo amado e incluso se le lástima,pero recuerdo las frases de Anais Ninn: " no salimos del amor con las manos vacías".
A veces queda simplemente el propio asombro ante todo lo que se fue capaz por haber estado enamorado, a pesar como dirían los románticos del amor no haberse realizado. Sin embargo, a pesar del desengaño, las bofetadas recibidas de la despedida y la explicación del presente de cómo fue eso posible, no queda lamento alguno, al contrario el mayor deseo de buena marcha y buena mar y la creencia que las canciones de despecho son lo peor que se han podido inventar porque no hay cosa más maravillosa que la gente esté donde quiera estar.